miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un juez extraño y muy vinculado: comparte operadores mediáticos con Scioli y Hadad

Guillermo Montenegro es una excepción en el fuero Penal Económico. Es el único juez federal que dirige un equipo profesional de rugby, el único que fundó dos comedores comunitarios, el único que recibió una oferta para integrar el gabinete de Mauricio Macri y también el único que tiene operador de prensa. Y no cualquier operador: la agencia que administra la poca información sobre el Caso Skanska que llega a algunos medios de comunicación es la misma que cuida la imagen de Daniel Scioli, del empresario de medios Daniel Hadad y otras figuras de la escena nacional.

El juez llegó a AR Asociados por desesperación: cuando explotó el caso de las coimas del Gasoducto, los teléfonos de su despacho en Comodoro Py no pararon de sonar. Y sintió que la presión de los medios era insostenible. Su amiga de años, Alejandra Rafuls –dueña de la consultora–, le ofreció que uno de sus hombres se ocupara de lidiar con la prensa. La tarea recayó en Carlos Lucido, uno de los consultores senior.

Montenegro suspendió el vínculo con los medios e instaló un portero eléctrico en su juzgado para mantener alejados a los periodistas. Para el contacto, estaba la gente de Rafuls.
El miércoles pasado se supo que el jefe de Gobierno electo, Mauricio Macri, le había ofrecido a Montenegro formar parte de su futuro gobierno. La información, en forma de trascendido, apareció en Clarín. Al día siguiente, el juez confirmó la oferta laboral a través de otro cliente de Rafuls: en Radio 10, de Hadad, dijo que lo estaba “pensando”.

Lo cierto es que Montenegro ya tendría decidido abandonar la magistratura para asumir en el futuro Ministerio de Seguridad y Justicia de Macri. Pero la decisión sobre su futuro cambio de vida podría complicar sus resoluciones actuales: el juez tenía previsto dejar “abrochado” el expediente del Caso Skanska antes de abandonar la magistratura. Ahora, en su entorno saben que cualquier medida procesal que decida sobre los imputados (el ex presidente del Enargas, Fulvio Madaro, el ex gerente de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa y los directivos de Skanska e Infiniti Group) será leía políticamente. No es un dato menor: el juez que debe procesar o no a los acusados en la causa sobre corrupción que más afecta al Gobierno será funcionario de uno de los principales opositores de la Casa Rosada. ¿Por qué razón un “enemigo” haría semejante favor?
Cerca de Macri, analizaron la filtración del dato sobre el contacto con Montenegro como una “operación de los servicios” para complicar el escenario.
Fuente: Diario Perfil
Comentario a parte, se sabe que dicha consultora pertenece a DH.

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